lunes, enero 09, 2012

Terodáctilo

Jurásico,
estancado evolutivamente.
Observando detenidamente las galaxias
de donde proceda
la extinción final.

He devorado las entrañas
de todo el que merodeaba a mi alrededor
sin inmutarme
considerándolo alimento
de un insaciable instinto de supervivencia.

En una madriguera
repleta de ruinas de hace un millón de años
de un millón de besos
lamento y lamo mis heridas infectadas.
Y me entretengo.



Luego, al anochecer,
me crecen plumas y alas de color verde.
“Un terodáctilo, Cuayi, un terodáctilo”