Domesticando moscas
Domesticando moscas
con ruedas de molino
sin saliva suficiente.
Girando la ruleta una vez más
y practicándome una traqueotomía de emergencia
por placer.
Insistiendo en jurarle a una luna inexistente,
en plena oscuridad,
que no voy a volver.
Ya ves,
acostumbrado a desmayar el instinto,
a limpiar el polvo de las heridas con las propias manos
ponte ahora a usar parches en los ojos
para no mirar, para no oir:
“De segundo, caballero, no nos queda...”
Inyectarme miles de mentiras amarillas
por higiene funcional
contaminarme el cerebro con descréditos
por cierto tipo de mentalidad conceptual.
Ruido de moscas.
Intentar cantar
sin parar de toser.
Practicar velocidades
sin haber dormido
Intentar salir
sin dejar sombras.
Saber
sin desbordarse.
Gritar
a 1 decibelio.
Destruirse
en paz.
Ya ves,
eres la única persona que conozco
capaz de decirse NO a sí mismo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home